OCT de Alta Resolución: la herramienta que permite detectar enfermedades oculares a tiempo
El OCT de alta resolución permite ver la retina y el nervio óptico en detalle, facilitando la detección temprana de glaucoma, degeneración macular, retinopatía diabética y otras enfermedades que pueden afectar seriamente la visión.
La Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) es uno de los avances más importantes en diagnóstico ocular de las últimas décadas. Se trata de un estudio no invasivo que utiliza luz para obtener imágenes en alta resolución de las distintas capas de la retina y del nervio óptico.
A diferencia de un simple fondo de ojo, el OCT permite ver “en corte” las estructuras internas, casi como si fueran rebanadas microscópicas, lo que facilita la detección de cambios muy sutiles que podrían pasar desapercibidos.
¿En qué casos se utiliza el OCT?
El OCT es fundamental para el diagnóstico y seguimiento de:
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Glaucoma
Permite medir el grosor de la capa de fibras nerviosas y detectar daño del nervio óptico antes de que el paciente note pérdida de visión. -
Degeneración macular relacionada con la edad (DMRE)
Ayuda a identificar alteraciones en la mácula, responsable de la visión central fina. -
Retinopatía diabética y edema macular
Detecta acumulación de líquido y cambios estructurales producidos por la diabetes. -
Miopía alta
Permite controlar lesiones maculares o adelgazamientos asociados a ojos muy largos.
Ventajas del OCT para el paciente
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No produce dolor.
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No requiere contacto con el ojo.
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El estudio se realiza en pocos minutos.
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Ofrece información muy precisa sobre el estado de la retina y el nervio óptico.
Gracias al OCT de alta resolución, muchas enfermedades pueden identificarse antes de que produzcan un daño irreversible. Esto permite iniciar tratamientos oportunos y mejorar el pronóstico visual a largo plazo.


